Biología/Geología 1º Bachillerato/ Instituto Bidebieta, San Sebastián.
BIODIVERSIDAD: Reinos
y Dominios. Clasificación y nomenclatura
de los grupos principales de seres vivos.
Diversidad. Índices de diversidad.
Dr. Miguel Ibáñez Artica.
Según el Convenio sobre Diversidad Biológica,
suscrito el 5 de junio de 192 en Río de Janeiro, la Biodiversidad hace
referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra, resultado de miles de millones
de años de evolución, según procesos naturales y también de
la influencia creciente de las actividades del ser humano. La biodiversidad
comprende igualmente la variedad de ecosistemas y las diferencias genéticas dentro de cada especie que
permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones
con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta.
Según
esto, podemos diferenciar:
a.- Diversidad Genética o diversidad de genes dentro
de los individuos de una misma especie.
b.- Diversidad taxonómica o la diversidad de especies
que habitan en una determinada zona.
c.- Diversidad funcional o diversidad de comunidades
y ecosistemas.
Los objetivos del Convenio
sobre Diversidad Biológica (CDB)
son "la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y la participación
justa y equitativa de los beneficios resultantes de la utilización de los
recursos genéticos".
Una
cosa es la definición de Biodiversidad y otra los problemas y limitaciones para
determinar un método que pueda medirla de forma cuantitativa. Si consideramos
el número de especies que habitan actualmente sobre el Planeta (Figura 1), vemos
que más de la mitad de las especies conocidas son de insectos, pero en una
estimación de las especies conocidas en los distintos grupos de organismos
(seres vivos + virus) observamos que salvo el caso de los vertebrados, donde
casi todas las especies existentes ya han sido descritas y contabilizadas por
el hombre, quedan muchos grupos como los virus, bacterias, nematodos, hongos….,
donde las especies conocidas suponen en realidad una muy pequeña parte de las
que en realidad existen.
Figura 1.- Estimación de las
especies que viven en el Planeta a partir de los datos conocidos, y posibles valores reales.
A pesar de estas limitaciones, podemos definir a
grandes rasgos diferentes zonas de biodiversidad para las regiones
continentales de nuestro Planeta tomando como referencia el número de especies
de plantas superiores que existen en una superficie de 10.000 Km2 (Como referencia un tamaño
similar al de la Comunidad Foral de Navarra).
Figura 2.- Zonas de biodiversidad.
Las categorías que podemos definir van desde zonas
con un índice de 1 (con menos de cien
especies distintas en la superficie mencionada, hasta valores máximos de
biodiversidad de 10 en las pluviselvas tropicales con más de 5.000 especies.
También
podemos considerar la diversidad en una zona determinada, y aquí podemos
encontrarnos don problemas a la hora de establecer un índice de diversidad como
el de Shannon ;
Donde
“S” es el número total de especies; pi es la abundancia relativa de
la especie= ni/N; ni= número de individuos de la especie
“i”, y “N”= número de todos los individuos de todas las especies.
Cuando
trabajamos con organismos que presentan tamaños similares, este índice puede
utilizarse en base al número de ejemplares de cada especie que encontramos en
la muestra, pero cuando los organismos considerados son de tamaños muy
diversos, o como ocurre con las poblaciones de algas macrófitas, es difícil
establecer el número de ejemplares, al crecer en grupos a partir de un único
rizoma, es mejor utilizar datos de biomasa en vez de número de individuos.
Y
aquí nos encontramos con otro problema, ¿cómo consideramos la biomasa?
Podemos
considerar la Biomasa como el peso fresco, pero en ese caso incluiremos en los
datos las partes mineralizadas (conchas de caracoles y ostras, huesos….), por
eso una estimación mejor, es la de considerar como biomasa el peso seco libre
de cenizas (con el fin de eliminar la posible materia mineral de huesos,
caparazones, conchas….). Sin embargo el problema no termina aquí, si comparamos
un kilo de madera con un kilo de lechugas, nos dará valores muy parecidos de
biomasa, y sin embargo esta “biomasa” no tiene el mismo valor alimenticio en el
ecosistema (¡que se lo pregunten al conejo!).
Los
índices de diversidad y el estudio de las especies en un determinado ecosistema
puede proporcionarnos una valiosa información sobre el grado de contaminación
que padece dicho ecosistema, por ejemplo los líquenes son muy sensibles a la
contaminación atmosférica, y en las aguas fluviales, una serie de larvas de
insectos (Efemerópteros, Plecópteros y Tricópteros) conocidas como “EPT”
requieren aguas limpias y oxigenadas para su desarrollo, por el contrario otras
larvas de dípteros quironómidos, pequeños oligoquetos, o las denominadas “colas
de rata” (Díptero, Eristalis) son
resistentes a la contaminación orgánica y viven solamente en aguas
contaminadas. La explicación es que estos organismos detritívoros pueden
respirar el oxígeno atmosférico y por tanto pueden sobrevivir en aguas
empobrecidas en oxígeno, mientras que al carecer de defensas, serían presa fácil
para organismos voraces depredadores como las larvas de otros insectos que
viven en aguas limpias.
Figura 4.- Organismos que aparecen:
a.-
En aguas limpias y bien oxigenadas.
b.-
En aguas moderadamente contaminadas.
c.-
En aguas contaminadas, empobrecidas en oxígeno.
Materiales audiovisuales recomendados: https://www.youtube.com/watch?v=U0-KUBG1Y2w
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